Escribir una canción no es solo unir palabras que rimen ni seguir un ritmo; es abrir el corazón y dejar que el alma hable. Para AlejandroMC, cada canción nace desde lo más profundo de su historia, de sus vivencias y de las emociones que lo han acompañado desde niño.
Desde las calles de la Villa de Muna, en Yucatán, Alejandro aprendió que la música podía ser un refugio y una forma de expresión. Su inspiración surge del barrio, de la lucha diaria, de las historias que no siempre tienen un final feliz, pero sí un mensaje de esperanza.
Una conversación, una escena cotidiana o un recuerdo doloroso pueden ser el punto de partida. La pérdida de su padre, los sacrificios de su madre, los valores familiares y la fuerza de su comunidad han sido motores que lo empujan a escribir con el alma.
Cada beat que escucha despierta imágenes en su mente. A veces es la nostalgia la que le guía; otras, la rabia por las injusticias o el deseo de inspirar a quien, como él, sueña con un futuro distinto.
En sus letras no hay máscaras: hay verdad, hay dolor, hay fe. Y por eso, sus canciones conectan con quienes también están en búsqueda de su camino.
Para AlejandroMC, escribir una canción es como mirar dentro del espejo del barrio y reflejar lo que muchos callan, con ritmo, con respeto… con corazón
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